Economía azul

El océano nos proporciona la mitad del oxígeno que respiramos, regula nuestro clima y proporciona alimentos y empleos a mil millones de personas en todo el mundo.

Los océanos y los mares cubren más de dos tercios de la superficie de nuestro planeta y son el hogar de diversos ecosistemas y una vida silvestre espectacular. La salud de los océanos contribuye a la reducción de la pobreza y al desarrollo económico al proporcionar empleo, alimentos, minerales y rutas comerciales internacionales y de transporte. Sin embargo, los ecosistemas oceánicos y costeros están amenazados debido a décadas de uso excesivo, contaminación y desarrollo costero. Con este conocimiento, los seres humanos comparten la responsabilidad de cuidar el océano.

El principio de una "economía azul" pretende abordar la necesidad de promover el desarrollo económico mientras apoya la salud de los océanos y el bienestar humano. El Centro para la Economía Azul la define como "la contribución general de los océanos a las economías, la necesidad de abordar la sostenibilidad ambiental y ecológica de los océanos y la economía oceánica, como una oportunidad de crecimiento tanto para los países desarrollados como para los países en vías de desarrollo". Este concepto emergente apoya los Indicadores de Progreso Globales (GPI por sus siglas en inglés) en lugar de solo apoyar el Producto Interno Bruto (PIB), el cual ignora la desigualdad de ingresos.

Las dos funciones principales del enfoque de la economía azul son reconocer el valor del océano para la sociedad humana y facilitar un sistema económico que promueva una mejor administración del océano y sus recursos para toda la humanidad. A nivel mundial, la economía oceánica está valorada aproximadamente en 1,3 billones de dólares, lo cual demuestra su enorme contribución económica a la sociedad en general. La "economía azul" reconoce el valor que el océano posee en la sociedad humana de dos maneras:

  1. Los recursos azules, tales como el transporte marítimo, la producción pesquera, el turismo costero y la producción de energía renovable, son recursos económicos importantes que contribuyen al desarrollo económico mundial.
  2. La economía azul reconoce la existencia de un sinnúmero de beneficios atribuidos al océano. Estos servicios importantes (difíciles de monetizar) incluyen el secuestro de carbono y el hábitat de vida silvestre. Por ejemplo, el plancton que habita en la superficie del océano absorbe aproximadamente un tercio del dióxido de carbono emitido en la atmósfera y lo convierte en azúcares, de la misma manera que los árboles y las plantas en la tierra. Esto, junto con las corrientes oceánicas globales, juegan un papel enorme en la regulación de nuestro clima.
Blue Economy Diagram

Para las pequeñas comunidades costeras o insulares, los recursos y las oportunidades que ofrece el océano son fundamentales para combatir el hambre, el desempleo y aumentar la prosperidad económica. Por su naturaleza, las islas dependen, en gran medida, de los recursos marinos y naturales. Asimismo, son más vulnerables a los desastres naturales y dependen, en su mayor  parte, del comercio internacional, lo cual tiende a colocarlas en una situación de desventaja en la economía mundial. Por otra parte, los elevados costos del transporte y las comunicaciones, la onerosa infraestructura y las escasas oportunidades de instaurar economías de escala obstaculizan su crecimiento y desarrollo. Sin embargo, la economía azul presenta una oportunidad prometedora para el crecimiento y el desarrollo de una manera sostenible, a través de industrias establecidas como la pesca, así como con industrias más nuevas como la energía oceánica renovable.

El modelo de economía azul ve el océano como una fuente vital de vida para las personas y comunidades de todo el mundo. Al reducir nuestros impactos humanos en el medio ambiente, estamos protegiendo ese recurso y las vidas que dependen de él. Algunas estrategias prácticas de gestión, bajo el modelo de la economía azul, incluyen: la eliminación de la escorrentía oceánica, la gestión adecuada de los desechos, las prácticas de pesca responsable, la producción que mitiga el cambio climático y las prácticas de buceo y navegación consciente del hábitat.

La economía azul está conectada a la economía circular, en la cual los "residuos" se consideran una fuente para crear un nuevo producto. Por ejemplo, enfoques como la biomímesis se centran en convertir los desechos en productos valiosos para evitar pérdidas y regenerar los ecosistemas marinos. El objetivo de una verdadera economía azul es interconectar las soluciones de los ecosistemas oceánicos (restauración, protección de la biodiversidad) con la resiliencia climática (sostenibilidad, economía circular, biomímesis), especialmente en las zonas costeras donde vive y trabaja la mayoría de las poblaciones insulares.

Alcanzar el potencial máximo de la economía azul requiere la participación activa y la plena inclusión de todos los grupos sociales tales como mujeres, jóvenes, comunidades locales y pueblos indígenas. La única manera de garantizar una economía azul verdaderamente sostenible es asegurando la representación de todos los intereses e integrando todos los conocimientos y prácticas tradicionales en estas soluciones.


Related innovations

Coral Vita

Revitalizando, más rápido que nunca, los arrecifes coralinos del mundo Coral Vita utiliza métodos de vanguardia desarrollados en institutos marinos...

Leer más

Green Fins

Reduciendo las presiones locales, directas e indirectas, del buceo en los arrecifes de coral Green Fins es un enfoque de...

Leer más

Big Ocean Managers

Una red de aprendizaje entre pares creada "por administradores para administradores" de áreas marinas a gran escala Big Ocean es...

Leer más

Pilares de la Plataforma Insular Sostenible